Hasta hoy no recuerdo un dolor más grande por el que haya pasado. El dolor corporal duele mucho, pero es momentáneo.
Pero el sufrimiento que siento ahora en mi mente y pecho, es como si mi corazón estuviera comiéndose a él mismo porque todavía tiene los recuerdos de ese amor que tanto lo destruyó. Se come a el mismo, para extinguirse y desintegrar los recuerdos en su memoria que lo volvió tan rojo en algún momento y no volver a sentir dicho sentimiento.
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hija mia con blogspot al fin!
ResponderEliminarSi ya porfin, de regreso por aca.
ResponderEliminarCómo estas mamá.
Wow que hermoso escribes, te quiero<3
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